La flor y la acera
15 de diciembre de 2020, Jürg Messmer
Ay, ¡qué madrugada! Otra vez me inspira. Y eso después de una noche con sueño profundo, una excepción en las semanas pasadas, navegando por muchas grandes inseguridades, con pocas certezas como la de la esperanza, al viajar por un mundo, temiendo el virus que se llama Corona.
Esta mañana una amiga suiza me escribió un comentario, a un texto que había escrito ayer aún más temprano en la madrugada. La había conocido en una clase de yoga, un lugar donde había aprendido muchas cosas incluso las más simples. El texto al que se refería se llamaba “Vacío legal, ¿a propósito?” en que me quejaba enojado por el tratamiento por parte de Suiza o su representante, que me había echado por la puerta, excluido de la casa Suiza, por reglas no estrictas, y por falta de una imaginación compasiva. Y me había encontrado sin seguro de salud incluso del dinero y me sentía muy perdido, yo el gran mimado.
Pero esta mañana me escribió ella, quien se llama Tania: “el coraje es prestar más atención a las posibilidades que a las dudas". ¡Mantenga el buen coraje!
¡Gracias, Tania! Ya me habías inspirado. Normalmente, tendría dudas enfrente de un dicho como ese. Replicaría que no sería tan fácil porque de vez en cuando los visitantes como es la duda son muy insensibles y no quieren irse cuando a mí ya me parezca la hora. Y no puedo echar a un visitante a la calle, aunque sea desagradable el visitante, porque soy hombre débil, quizás demasiado amable, o tal vez me falta el juicio para distinguir lo bueno de lo malo, soy hombre confuso, como ya lo saben.
Pero esta mañana el visitante desagradable ya se había evaporado por su propia voluntad o la de quien sea, y los visitantes Esperanza y Coraje ya estaban sentados a mi lado cuando me desperté. Ya estaba inspirado. Pensé en la flor de la imaginación, y la acera del aprecio del distinto. Pensé en la insensibilidad del concreto y la poderosa fantasía del diente de león, una flor tan fuerte, que está rompiendo incluso el hormigón mas testarudo con su sensible inteligencia y su anhelo de la luz del sol fuerte.
Ya me da mucho gusto encontrar el concreto, para que crezca la flor de la imaginación en la mente. Y espero que paren unos trenes más, desde los lugares que se llaman Esperanza y Fantasía. Y como jefe de la estación voy a dar a estos trenes la prioridad para que entren y paren, y descansen por un ratito alargado, con mucho gusto y alegría. Y voy a distribuir los productos que a veces llegan en estos trenes para que sigan a otros lugares que tal vez los necesiten, los productos tan preciosos de Esperanza y de Fantasía.
Me alegra mucho este trabajo, y no me molestan tanto los visitantes Duda y Desesperanza. Voy a servirles lo que piden, y espero que ya se vayan de nuevo a tiempo adecuado.
Una razón importante por la que vine a Xela son sus aceras tan distintas y creativas. Les agradezco mucho por haberme enseñado el valor de lo distinto y de lo imperfecto. Espero que se queden imperfectas un poquito más y no sean estandarizadas las aceras a veces estrechas y altas, que incluso un rico largo y a una pobre chiquita pueden abrazarse sin preocuparse, aceras que me inspiran el valor de lo imperfecto, y el precio de lo perfecto.
A menudo yo pienso en los miedos y preocupaciones que tenemos los seres humanos, que nos molestan tanto, sobre todo en estos tiempos del corona virus, como nunca nos había tocado algo semejante en nuestras vidas tan largas y al mismo tiempo cortas. Pero siempre pienso que tiene que cambiarse esta pesadilla. Y yo pienso que ya por mucho tiempo me ha entristecido lo que hacemos los seres humanos, con nuestras manos y nuestras mentes. Y he tratado de buscar una salida del conflicto humano, y nunca lo he logrado. Cuando lo pienso me doy cuenta que no es suficiente mi pequeño cerebro y mis propios pensamientos.
Pero al observar mis pensamientos y los de los demás me doy cuenta que no solo son los míos, son pensamientos que estamos compartiendo todos, solo ordenándolos y priorizándolos en nuestra forma tan especial de cada uno, según nuestro propio punto de vista. Pero puede cambiarse porque tenemos piernas, que nos ha regalado la vida tan abundante. Y espero que no las usemos solo para pisar el acelerador de nuestros carros tan grandes. Y que las usemos para calentarnos, incluso las manos, trabajando en formas tal vez un poco tradicionales en lugar de mover teclas solamente como yo lo hago, incluso ahora, como a menudo, por desesperación y esperanza.
Al escuchar todas esas voces, otra vez me di cuenta que tal vez nos equivocamos en una pequeña idea. Es la de la muerte, es la del fin de algo tan lindo y a veces pesado que es la vida de un ser humano, con cerebros, intestinos, piernas y manos. Y noté que estamos compartiendo la vida con todo lo que existe en el Universo, y pensaba en los arbolitos, las plantas, y en los animales. Y yo empecé a entender, que tal vez ellos ya no quieran su papel en este mundo, y que todos traten de hacerse humanos con tales herramientas que parecen tan poderosas. Y me di cuenta que tal vez ya no está de moda disfrutar una vida como la viven los árboles. Y yo pensé que podría pacificar el conflicto humano un poquito, y pedir a Dios que me regale la vida de un árbol.
Pero me entra una gran tristeza, pensando en perder a mis amigas y hermanos, y por eso le pido que encuentre un lugarcito, donde se aprecia mi trabajo de arbolito, incluso que ella pueda sentarse en mis raíces fuertes, protegido debajo de mis ramos lleno de hojitas verdes, jugando con colores según la temporada y el viento, y que ella pueda llorar muy cerca a mi lado y encontrar un gran consuelo darse cuenta que nada se ha perdido, solamente cambiado, para revelar la vida y mantenerla viva, para que pueda renacer la idea del amor eterno, que se muestra en tantas formas hermosas. Solo se mira la naturaleza.
Y me consuela y alegra esa idea. Y más porque escuché que los arboles tienen muchas formas misteriosas para comunicarse, más de lo que todavía conocemos, y por eso también un árbol en Suiza podría saludar a un viejo amigo que me echaría de menos. Que yo podría mandarle un mensaje por el correo misterioso de las raíces, de los hongos y de la tierra y el agua, incluso por el aire y el viento. Y las estrellas que están observando todo. Y espero que incluso las estrellas se miren mejor de nuevo. Incluso yo no las miro mucho, no solo por mi ojos nublados y ciegos por el humo de nuestras manos equivocadas, pero también por mi mente confusa. Espero que se mejore pronto bajo un cielo tan cerca aquí en el altiplano de Guatelinda. Cerca del fuego de la tierra.
Pero igualmente pido, como soy humano, que me deje vivir por un ratito más como ser humano y que pueda usar los pensamientos inspirados para compartir ideas que podrían servirnos a los humanos y todos los seres, para salir del conflicto desde mucho tiempo, tal vez desde cuando Dios haya empezado a pensar la idea del ser humano, soberano de esta Tierra llena de tantas maravillas, porque estaba buscando una manera de no solo crear lo bonito pero también darse cuenta que es tan bonito. Y siempre cuando oigo el nombre “testigo de Jehova”, yo pienso en el testigo de Dios y me parece un buen nombre. Pero es solo mi nombre, porque estoy atestiguando los misterios del universo, aunque no lo entienda, pero tengo confianza, en mi cerebro que es parte de uno más grande, de mis manos y mis piernas que quieren hacer cosas, y espero que estén sincronizados con la voluntad de Dios, de un Dios que no conozco, pero encuentro en todo lo que miro, temo y admiro.
Pienso que es lo único que podemos hacer los humanos, ser responsables con nuestros manos y mentes, porque siempre son las manos y mentes de Dios. El sirviente más grande, quizás un inmenso misterioso vacío y nosotr@s que lo llenamos con sentido.
Gracias a Guatelinda que me has inspirado tanto. Espero mucho que pueda compartir mi amor renacido y renovado, con todo mi mundo. Y espero que siempre me corrijan las manos y mentes en todas partes cuando nos encontremos y compartamos, y cuando parezca necesario. Como mis maestras aquí en Guate. Muchas gracias mis hermanas y hermanos. Me da mucho gusto, me encanta, conocerles a tod@s.
Gracias a Dios, quien sea o cómo lo nombremos. Gracias a las flores y a las aceras de Xela.
PD: A menudo yo pienso que el Universo es como un enorme teatro, una escenificación muy misteriosa. Puedo pensarlo en forma cínica del ser educado y rico, o apreciar mi trabajo humilde de limpiar la madera del escenario. No importa. Es un gran baile, y de vez en cuando nos cansa mucho nuestro trabajo y pedimos que se cambie nuestro papel en el gran teatro, y que agradecemos la muerte y la despedida de morir, como lo llamamos. Algo que solo puede pensar el ser humano, porque ha olvidado los misterios del cambio eterno, por la confusión de nuestros pensamientos tan abundantes. Parece como si hubieramos perdido el contacto con la directora de ese gran teatro, y espero que podamos usar nuestra imaginación, que es la hija de la gran esperanza, ya que hemos olvidado como usarla sin materializarla solo en humo y concreto, asegurando lo que no se puede asegurar. Porque la seguridad exagerada es fortalecida por la idea extraña de la muerte.
Viva la esperanza, viva la gran imaginación, y viva la idea de compartir este mundo. Con nuestras manos firmes o debiles, nuestras mentes que parecen fuertes o limitadas. Son todas de Dios, como yo lo llamo. Todos compartimos de dónde venimos y para donde vamos. Es lo único que es cierto, y tal vez ni siquiera eso es seguro.
PD2: Agradezco mucho la comunicación electrónica, aún más en estos tiempos, pero quiero recordarles la abundancia de maneras de comunicarse. También con Dios o quién sea para ti. Porque somos hijas e hijos de Dios y siempre los padres escuchan a sus hijos, aunque no parezca de vez en cuando. Incluso el monólogo está compartido. Dios tiene muchas orejas, las nuestras incluidas.
PD3: Estaba fumando en el jardín en que puedo sentarme siempre y cuando quiera, y miré este colibrí que estaba volando de una flor a la otra. Y pensé en el murciélago que está descansando en el árbol más grande dentro de este pequeño paraíso bien cuidado, y en el gatito tigre de color gris y blanco, con cola a rayas como la de un verdadero tigre, un guapito que aventuraba por los arbustos, y finalmente subió a este árbol que llega hasta el techo, y se fue a otro lado.
PD4: Es mi primer texto escrito en español o castellano, desde entonces cuando salí de mi país de nacimiento. Fue muy difícil incluso doloroso traducirlo al alemán. Ahora ya entiendo mejor los desafíos de la diplomacia y la comunicación internacional, y la tentación de hacerlo más fácil. Aquí la traducción al alemán: "Die Blume und der Gehsteig"
Libro de Eduardo Galeano:
Ya entiendo mucho mejor el título muy adecuado: "Las venas abiertas de América Latina".
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